La salsa mahonesa ha de consumirse inmediatamente, si es casera, y debe tratarse con mucho cuidado, para no romper la cadena del frío y prevenir así posibles complicaciones alimentarias. Una buena mahonesa o mayonesa, como es denominada en algunos lugares, tiene huevo y aceite emulsionados con cuidado. Pero existen variantes, como la que realiza con leche en lugar de huevo. La hay de confección rápida, con una batidora, y la hay más tradicional, como la que nuestras abuelas realizaban a base de emulsionar a mano, con plato y tenedor, la yema del huevo con aceite. Pero el resultado es siempre bueno y adecuado para acompañar muchísimos platos fríos, como unos buenos espárragos de la huerta navarra recién hervidos o al vapor.
Las vinagretas tienen siempre como base un buen aceite, lo que contribuye a adobar el plato al que se destine esta sabrosa salsa de una manera suave y olorosa. Mundochef recomienda aceite de oliva virgen, un producto que, en este caso, "casa" a la perfección con la miel, de romero o de acacia. La vinagreta de miel es adecuada para condimentar todo tipo de ensaladas, pero particularmente las que contienen queso, porque aporta el contrapunto dulce y suave a los sabores más fuertes.
La Salsa Romesco procede de Cataluña y evoca el Mediterráneo. Es inseparable de los buenos y sabrosos "calçots" o cebolletas asadas a la leña, y resulta deliciosa con un buen pescado. Su receta es sencilla, pero única, a base de pimientos rojos asados, frutos secos y buen aceite de oliva, entre otros ingredientes.
El tomate natural frito o confitado es una salsa apreciada con muchas combinaciones, pero también es un condimento o ingrediente en sí mismo. Su receta es sencilla, pero requiere mimo en la elaboración, y se puede mantener en conserva. Resulta fácil, rápida y más que sana para todo tipo de mesas. Los ingredientes básicos son unos buenos tomates, bien maduros, aceite de oliva, sal y azúcar. A partir de ahí, admite todo tipo de combinaciones.
La Bechamel es un clásico de la cocina que se combina con multitud de recetas. Unos buenos canelones, una lasaña, una verdura, como la coliflor o el cardo, rociados con Salsa Bechamel y gratinados al horno suave son recetas de toda la vida, necesarias en todos los hogares y para todos los gustos. Elaborada a base de harina, aceite de oliva o mantequilla, sal y un poquito de nuez moscada, es un básico fácil de hacer, que casa bien con pasta, vegetales, carnes y pescados. También es la base de una suculenta Salsa Bella Aurora.
La Salsa Bella Aurora es el resultado de la maravillosa combinación entre una Salsa Bechamel y una salsa de tomate, pero tiene su truco. Sirve de condimento perfecto para platos gratinados, a los que el color rosado de la salsa aporta un apetitoso y atractivo aspecto. Sencilla de realizar, forma parte de recetas con el apellido "Bella Aurora", como unos huevos rellenos y gratinados con ese aderezo. Aunque también se puede tomar con un pescado asado, unos espárragos, envueltos en jamon de york y gratinados o cualquier otra combinación.
La Salsa Pesto es una combinación típiamente italiana, que tradicionalmente se casa con pasta de todo tipo, pero que combina bien con verduras, pescados y ensaladas. Sus ingredientes básicos con la albahaca fresca, el aceite de oliva, los piñones naturales, un poquito de sal y un buen queso parmesano o pecorino, a elección. El ajo, asimismo, resulta imprescindible en este plato. Esta salsa está riquísima con una Ensalada de queso Feta.