El redondo de ternera es otra de esas recetas sencillísimas, pero cuyo resultado es digno de las mejores mesas. Recién salido del horno, en su punto, regado con su propio jugo y caliente, con un puré de patatas natural es un plato digno de mantel y celebración. Pero tiene sus ventajas, porque frío, cortado muy fino a modo de "roast beef", o servido con una salsa de verduras y vino también ofrece alternativas magníficas y muy prácticas. Esta pieza cárnica de la ternera es ideal para un asado. En su propio jugo, con esta receta sencilla y sabrosa, es una garantía de éxito.
Esta receta es sorprendente, porque convierte un solomillo de cerdo en un asado muy jugoso y lleno de sabores. Cunde mucho, porque una sola pieza de solomillo asado puede completar cuatro buenas raciones, y resulta muy vistoso una vez servido, porque el beicon que lo envuelve queda crugiente y dorado, al mismo tiempo que la carne del interior del solomillo permanece asada, pero tierna y jugosa. Sus ingredientes son sencillos y asequibles, y el resultado, espectacular.
Ir a la receta: Solomillo alabardado con champiñones y chalotas
El bacalao es un pescado con grandes propiedades nutricionales. Procedente del Atlántico Norte, se puede adquirir fresco o en semiconserva, salado. En este caso hemos elegido un bacalao salado porque, una vez preparado, conserva un sabor especial, que le ha acompañado en centenares de recetas tradicionales. No necesita mucha cocción para que resulte jugoso y al horno, gratinado con patata, huevo y ajo, como en esta receta, es un plato "de primera".
El jamón asado es un plato contundente y delicioso que, con moderación y convenientemente desgrasado, puede constituir una receta estrella en la mesa. En esta ocasión, proponemos un asado de cerdo fresco condimentado con vino y ciruelas pasas. Económico, sencillo de realizar y muy, muy resultón cuando tenemos un buen grupo de comensales hambrientos. Acompañado por un puré de patatas natural constituye por sí mismo un plato principal o único con el que el éxito está asegurado.
La tarta de cebolla es una magnífica muestra de la cocina del centro de Europa. Es una receta muy fácil de cocinar, pero requiere tiempo y paciencia para que el relleno, la cebolla, esté bien dorada y dulce, caramelizada a fuego muy lento. Suele elaborarse con otro ingrediente fundamental, el queso, y resultará tan sabrosa como lo sea el queso que utilicemos para el relleno. En esta receta, Mundochef propone un añadido igualmente rico y típico de la tarta de cebolla, el beicon o panceta ahumada. Como entrante, o como plato principal, con ensalada, la tarta de cebolla no deja indiferente a quien la prueba, y agrada a quien la cocina por su sencillez y resultado.