El besugo al horno al estilo "Molinera", como proponemos en Mundochef, es un plato de gran valor nutricional y muy saludable. Aunque el besugo se pone sobre la mesa tradicionalmente en Navidad, puede consumirse en cualquier otra época, siempre que lo encontremos en la pescatería. Salvaje o de crianza, según los gustos y, por qué no decirlo, el bolsillo, se trata de un alimento de gran sabor, cuya preparación al horno es sencilla, pero muy, muy resultona. En esta ocasión, el horneado estilo "Molinera" reúne como ingredientes amigos del besugo a la cebolla, el limón y la mantequilla. Un gran plato de inspiración costera.

 

Ingredientes, para cuatro personas:

Un buen besugo de aproximadamente dos kilos de peso, o, en su defecto, dos medianos. Es importante vigilar la frescura del pescado, cuyos ojos deberán seguir saltones y brillantes.

Dos cebollas hermosas.

Cien gramos de mantequilla.

Dos limones.

Un vasito de buen vino blanco seco.

Un vasito de fumé o caldo de pescado.

Sal.

Elaboración.

Salar en su interior los besugos, que previamente tendrán que estar eviscerados y desescamados.

Pelar y cortar las cebollas en finas lonchas. Colocarlas en la base de una fuente untada con mantequilla o aceite de oliva.

Introducir al horno las cebollas hasta que se pochen. El horno deberá estar a unos 180 grados. Cuando las cebollas estén a media cocción, añadir el vino y el fumet de pescado, además de una nuez de mantequilla y el zumo de medio limón. Continuar pochando en el horno las cebollas.

Sacar la bandeja del horno y colocar los besugos sobre la cebolla ya pochada. Rociar el besugo con zumo de limón, y colocar sobre el pez la mantequilla restante en trocitos.

Introducir al horno a 200 grados durante no más de 15 minutos. Servir caliente.

Truco: Antes de emplatar y de trocear el besugo, hay que decidir cómo nos gusta la apariencia y textura de la salsa. Se puede servir tal como sale del horno, donde se aprecian los trozos enteros, aunque reducidos, de cebolla, o se puede triturar con la batidora, lo que dará una consistencia muy cremosa a la salsa. En ambos casos el resultado es muy especial y sabroso, ya que la combinación en caliente de la mantequilla, el limón y los jugos del pescado ofrece un sabor espectacular, muy adecuado para la carne del besugo.

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