Montar claras a punto de nieveMontar claras de huevo es muy fácil pero impone algo de respeto. No hay que tener miedo, porque siempre sale bien si se tienen en cuenta algunos pequeños consejos. Se pueden montar con tenedor, varilla manual o varilla eléctrica, no hay problema, aunque todo dependerá de las ganas que tengamos de hacer ejercicio de muñeca. Las claras montadas son un preparado imprescindible en muchas recetas, particularmente postres como la famosa mousse, los bizcochos o el tradicional merengue. Es fácil si se siguen algunos pequeños trucos o consejos.

Los huevos han de ser frescos, y es preferible haberlos extraído del frigorífico unos minutos antes de hacer la preparación, para que estén a temperatura ambiente.

Hay que separar las claras de las yemas con cuidado, para que no caiga ningún trozo de cáscara, o incluso de yema al recipiente en el que batiremos. En algunos supermercados venden claras de huevo ya preparadas y separadas, con lo que el trabajo se puede aligerar si contamos con ellas, pero habrá que tener en cuenta las cantidades necesarias.

Procurar que el recipiente esté limpio, en el sentido de no contener ningún resto o rastro de grasa, para que monten mejor.

Batir de forma circular de abajo arriba, para que entre más aire y emulsione mejor, Añadir un pellizquito de sal al iniciar el proceso. Si la preparación es para un dulce o postre, añadir el azúcar al final.

Las claras estarán montadas a punto de nieve cuando el resultado sea duro y esponjoso, y no se caiga al volcar el recipiente.

A la hora de incorporar las claras montadas, hacerlo con espátula y con movimientos suaves, de abajo arriba.

 

 

 

 

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