Desayuno para sorprender a nuestras parejas el día de San Valentín, o cualquier día del año en compañía, unas tortitas para enamorados, con frutas frescas y deliciosa nata montada. Esta receta es fácil y rápida, por lo que no habrá que perder mucho tiempo en la cocina si se trata de disfrutar de un divertido desayuno, o una apetecible y colorida merienda. La fórmula no puede ser más sencilla, pero también es sana y muy sugerente.
Ingredientes, para unas ocho tortitas:
-1 vaso de leche.
- 1 pizca de sal.
- 1 cucharada sopera de azúcar blanco o moreno.
- 1 cucharada aceite de oliva.
- 200 gr. harina, blanca o de espelta.
- 1 sobre de levadura.
- 2 huevos.
- Frutas variadas. En este caso, mango, kiwi, mandarina y granada.
- Nata montada.
Elaboración:
Tamizar la harina con un colador, moviendolo ligeramente y posando la harina sobre el cuenco donde realizaremos la mezcla.
Mezclar la harina tamizada con la levadura, el azúcar y la sal. Si utilizamos harina para bizcochos es mejor no añadir levadura, puesto que esa variedad ya contiene bicarbonato gasificante.
Aparte, batir los huevos y mezclarlos con el aceite y la leche. Añadir a la harina poco a poco, removiendo con un batidor, hasta generar una masa ligera y sin grumos.
Dejar reposar quince o veinte minutos a temperatura ambiente, mientras pelamos y cortamos los trocitos de fruta.
Calentar una sartén antiadherente ligeramente untada con un poquito de mantequilla o aceite. Ir haciendo las tortitas una por una, vertiendo un cazo de masa líquida en el centro de la sartén, hasta que adquiera la forma deseada. En este caso, hemos utilizado un molde con forma de corazón, de los que se comercializan para hacer huevos fritos con formas, de venta en muchos establecimientos.
Dar la vuelta con una espátula o rasera en cuanto aparezcan las burbujas en la superficie de la tortita caliente. Dejar cocer un minuto más, y retirar al plato.
En cuanto las tortitas estén hechas, y todavía templadas, servir acompañadas por trocitos de fruta variada y nata montada.
Truco:
Las tortitas están también deliciosas si se les añade sirope de chocolate o de fresa, o bien miel. Es recomendable tomarlas cuando todavía están templadas, crujientes por fuera.