Una buena placa de hojaldre y unas dulces y aromatizadas uvas moscatel; la combinación perfecta para elaborar esta sencilla y original receta para la preparación de una tarta hojaldrada de fruta. Se trata de una fórmula muy común en Francia, donde la tarta de uvas es una de sus delicias, inspirada, en este caso, en la receta de la "quiche" dulce. En cualquier caso, un postre suculento y sorprendente, porque la combinación de sabores es deliciosa, y porque la uva moscatel es una fruta muy delicada de sabor, que contrasta especialmente bien con al crujiente hojaldre. Fácil de elaborar, su truco reside en sólo un detalle: la tarta puede ser rellenada con las uvas enteras o peladas y despepitadas, dependerá de la paciencia del cocinero, aunque existen recursos para todo.
Ingredientes:
Una placa de hojaldre congelado o refrigerado de buena calidad.
Medio kilo uva moscatel madura o muy madura, al gusto. Si no se desea despepitar y pelar, se pueden utilizar uvas preparadas en conserva.
Un vaso pequeño de nata de cocinar. Si se desea, se puede utilizar un "brick" de 125 cc, de venta en tiendas o supermercados.
Un huevo.
Unas gotas de esencia de vainilla.
Cuatro cucharadas de postre de azúcar en grano.
Azúcar glas, si se desea, para adornar a la hora de servir.
Elaboración:
Precalentar el horno a 180 grados.
Extender la masa de hojaldre y colocar, sobre papel de hornear, en un molde redondo.
Rellenar el molde con las uvas despepitadas. También puede realizarse con uvas enteras.
Batir una mezcla con el huevo, la nata, el azúcar granulado y la esencia de vainilla.
Hornear durante unos 20 minutos, hasta que el hojaldre esté cocido y dorado.
Sacar del horno y servir adornado con azúcar glaseado por encima.
Truco:
Esta tarta puede ser servida como postre, merienda o tentempié, junto con un café o te con leche. Si se desea de postre, puede ser degustada tanto fría como templada, acompañada por un vasito de vino de moscatel. En cualquier caso, se recomienda no calentarla nunca al microondas, si queda algún trozo y se quiere aprovechar. Es preferible recalentarla en el horno convencional, a temperatura suave.