Postres y dulces
Los días especiales son para poner recetas especiales sobre la mesa, y ésta lo es. Especial, pero sencilla y deliciosa. Se trata de unas tartaletas hojaldradas rellenas de manzana reineta y regadas con una dulce y cremosa salsa "toffee", que, en esta ocasión denominamos "escocés" porque cuenta en su elaboración con el sabor amaderado de unas gotas de wisky. La receta consta de pocos pasos y buenos ingredientes, y no requiere más que cariño, y a ser posible buena música, a la hora de ponerse a cocinar. Horno, azúcar y ganas de pasarlo bien en la cocina, para luego ir a la mesa con un postre original e inolvidable, con estas tartaletas o pasteles hojaldrados de manzana y toffee.
Ingredientes, para cuatro tartaletas:
Una placa de hojaldre preparado. Puede ser fresca o congelada.
Dos manzanas reinetas.
Cuatro cucharadas soperas de azúcar blanquilla en grano.
Cuatro cucharadas de café de azúcar moreno.
Un brick pequeño de nata de cocinar o crema de leche.
Una tacita de café de wisky escocés.
Una cucharada de agua.
Una cucharada de postre de mantequilla.
Un huevo batido.
Elaboración:
Precalentar el horno a 180 grados.
Mientras el horno se calienta, extender la masa de hojaldre y cortar con un molde redondo o con un platito de café cuatro circunferencias. Reservar.
Pelar las manzanas reinetas y cortarlas en gajos finos. Colocarlas ordenadamente, en forma de espiral redondo, sobre cana una de las circunferencias de hojaldre.
Untar un molde con un poco de mantequilla y colocar sobre él los hojaldres. También se puede utilizar papel vegetal.
Poner una cucharadita de azúcar moreno sobre cada pastel de manzana y cerrar con 
el propio hojaldre. Pintar con huevo batido e introducir en el horno hasta que esté crujiente y dorado, durante no más de quince minutos.
Mientras lo pasteles están en el horno, colocar las cuatro cucharadas soperas de azúcar blanco en un cazo y ponerlo sobre el fuego suave, con unas gotas de agua por encima. Sin mover, observar cómo el azúcar se va caramelizando.
En cuanto el azúcar esté dorado, aunque no demasiado oscuro, para que no resulte amargo, añadir el wisky y remover lentamente durante aproximadamente un minuto. Añadir la mantequilla. A continuación, añadir la crema de leche y remover, a fuego muy bajo, hasta que se haga una salsa suave y cremosa. Retirar y dejar reposar.
A la hora de servir, colocar el pastelito en el plato y regarlo con un chorretón de toffee por encima, todavía templado. El resultado es espectacular, porque la manzana reineta conserva después de asada un ligero toque ácido, que con el dulzor y la cremosidad del toffee combinan perfectamente, y resulta un postre delicioso.
Truco:
Este plato puede ser cocinado y servirse en el momento del postre, pero su verdadero máximo de savor y exquisitez lo tiene si se toma todavía templado, tanto el hojaldre como el toffee. Con todo, es exquisito en cualquier momento, siempre que se tenga la precaución de dejar al aire el hojaldre una vez horneado, para que no se ablande y permanezca crujiente.
