Tanto si hay niños en casa como si no los hay, la Navidad es un excelente momento para meterse acompañado en la cocina y elaborar una deliciosa receta apropiada para un desayuno o merienda apetecibles para estas fechas. En este caso, proponemos un bizcocho de Navidad relleno de frutos secos y aromatizado al gusto. Sencillo, entretenido, si de trabaja con los más pequeño y, sobre todo, muy muy rico. Además, sus ingredientes garantizan que esta receta es sana y nutritiva, y no habrá más que sentir el delicioso aroma del bizcocho en el horno para tener ganas de más. En su versión navideña, el bizcocho con forma de corona admite todo tipo de adornos y acompañamientos.
Ingredientes:
250 gramos de harina.
250 gramos de mantequilla sin sal.
Una cucharadita de café de levadura química.
3 huevos frescos.
250 gramos de frutos secos mezclados: almendras, avellanas, dátiles, pasas y piñones.
Una cucharada de café de esencia de vainilla.
100 gramo de azúcar glas para adornar.
Elaboración:
Separar las yemas de las claras de huevo y reservar aparte.
Mezclar las yemas de huevo con el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente. Batir hasta que quede una masa homogénea.
Tamizar la harina con un colador, mezclada con la levadura, e incorporar a la mezcla anterior. Batir hasta quede suave y homogénea.
Preparar la mezcla con los frutos secos picados y mezclados, e incorporar a la masa. Añadir la esencia de vainilla.
Precalentar el horno a 180 grados.
Mientras se calienta, montar las claras a punto de nieve, de acuerdo con el truco que propone Mundochef.
Añadir las claras montadas a la masa del bizcocho con una espátula, removiendo de arriba abajo, con cuidado para que las claras mantengan su emulsión.
Untar con molde con forma de corona con mantequilla y espolvorear una fina capa de harina.
Verter la masa de manera homogénea e introducir en el horno. Hornear durante una media hora a temperatura uniforme, sin abrir la puerta del horno, hasta que al introducir un cuchillo fino éste salga limpio y sin dificultad.
Cuando esté hecho y dorado, sacar del horno y dejar templar sobre una rejilla.
Adornar con azúcar glas espolvoreado por encima.
Truco:
El relleno de la masa de este bizcocho admite también frutas escarchadas y troceadas, en cuyo caso habrá que reducir la cantidad de frutos secos, y adquirirá la consistencia de un plum cake, riquísimo y muy especial en su sabor, porque la esencia de vainilla suaviza mucho el aroma y el resultado. Se puede servir solo o acompañado por nata, helado o chocolate.