Una mañana navideña es un excelente momento para refugiarse en la cocina para preparar un dulce. Esta receta de bizcocho "nevado" promete un buen rato en la cocina, pues no hay nada mejor que disfrutar cocinando y anticipando los buenos momentos, que luego, compartiremos con los nuestros en un postre, un desayuno o una buena merienda invernal. Receta sencilla y más que sabrosa, porque los ingredientes lo son, y el resultado, aunque simple, a primera vista, no puede ser más espectacular. El bizcocho de nata y almendras casa bien con cualquier momento del día, y es fácil de cocinar.
Ingredientes:
Cien gramos de harina de repostería.
Una cucharada de postre de levadura de repostería. Eliminar este ingrediente si la harina que se ha comparado lleva incorporada la levadura entre sus componentes.
Ochenta gramos de azúcar blanco en grano.
Dos cucharadas soperas de azúcar glas.
Un "brick" de 125 cl de nata para cocinar.
Tres huevos.
Cincuenta gramos de harina de almendra, o almendra molida.
Veinte gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
Seis u ocho trufas de chocolate.
Elaboración:
Precalentar el horno a 180 grados centígrados, mientras se prepara la masa.
Untar un molde con mantequilla y enharinarlo. Dejarlo preparado para disponer la masa.
En un recipiente hondo, colocar las tres claras de huevo, que previamente habremos separado de sus yemas. Reservar.
Aparte, batir las yemas de huevo con el azúcar en grano y añadir la nata líquida.
En otro recipiente, colocar la harina tamizada, para que dé esponjosidad al bizcocho, y luego mezclarla con la levadura y la almendra en polvo. Añadir a la mezcla anterior de huevo, nata y azúcar y remover hasta que quede compacto. Dejar reposar durante quince minutos.
Mientras tanto, montar las claras a punto de nieve. Incorporar a la mezcla anterior con cuidado, con una espátula, removiendo siempre de arriba hacia abajo.
Incorporar toda la masa al molde y colocar en el horno durante unos veinte minutos. El bizcocho estará cocinado cuando al introducir un cuchillo y retirarlo, su filo saldrá limpio y seco. Si es necesario, y para que no se dore demasiado, colocar una hoja de papel de aluminio en la parte superior del bizcocho durante los últimos cinco minutos de cocción.
Desmoldar y dejar templar. Incorporar el azúcar glas con un colador, removiéndolo desde lo alto, para que se produzca el efecto "nevado" sobre el bizcocho, y adornar con las trufas de chocolate.
Truco:
Este bizcocho se puede servir en porciones acompañado por unos "hilos" de sirope de chocolate o chocolate líquido y una bola de nata montada. El resultado es espectacular. Si se consume templado, los sabores son todavía más pronunciados.