Unos buenos mejillones de las rías gallegas y un vino Albariño frío y aromático pueden formar un aperitivo de aquellos que no se olvidan. Los mejillones en escabeche son ese aperitivo por excelencia. Recién hechos o en conserva, son además un plato muy rico en minerales, recomendado para todos aquellos que necesitan reconstituirse y tomar fuerzas. Proponemos, en este caso, una receta sencilla y muy eficaz, para realizar unos riquísimos mejillones en escabeche casero. Pueden consumire en fresco, conservarse durante tres o cuatro días en la nevera, o bien esterilizarse en frascos herméticamente cerrados y hervidos, al baño maría, para tomar en conserva casera semanas más tarde. En cualquier caso, y si los mejillones son de buena calidad, el éxito de esta receta sencilla y atractiva está asegurado.
Ingredientes:
Un kilo de mejillones de buena calidad.
Medio vaso de vino blanco.
Medo vaso de vinagre de vino blanco suave.
Un vaso de aceite de oliva virgen extra.
Una cucharada de postre de pimientón dulce.
Unos granitos de pimienta.
Dos hojas de laurel.
Dos dientes de ajo.
Una rama de perejil.
Una rama de hinojo.
Elaboración.
Limpiar los mejillones y colocarlos en una cazuela junto con la rama de perejil, la de hinojo y el vino blanco. Cocer al vapor hasta que se abran.
Quitar las cáscaras y reservar.
Aparte, en una cazuela, cocer a fuego lento el aceite de oliva junto con los ajos, el laurel y la pimienta. Retirar los ajos cuando estén cocidos pero no dorados, y apartar el aceite del fuego. Añadir el pimentón fuera del calor, para que se cocine pero no se queme y no amargue.
Añadir el vinagre y los mejillones. Cocer durante cinco minutos a fuego suave.
Reservar y enfriar.
Es recomendable servir este plato un día después de su elaboración, porque los mejillones habrán adquirido todo su sabor.
Truco: Los mejillones en escabeche están riquísimos sobre patatas "chip", o acompañados de trocitos de un buen pan candeal.