El rodaballo es un pescado muy apreciado por su suavidad y textura. Posee una carne firme, cubierta, al mismo tiempo, por una piel gelatinosa que le da jugosidad y un sabor y toque especial. Sus lomos, desespinados, son uno de los bocados más preciados de la cocina mediterránea tradicional, ya que se trata de un pescado sumamente sabroso y sano, y una fuente neta de proteínas de primera calidad. El rodaballo al horno que propone mundochef es fácil de cocinar y muy sabroso, apropiado para una comida o cena especial. El rodaballo salvaje puede encontrarse en las pescaterías, aunque también el de cultivo, igualmente sabroso y más económico.

Ingedientes, para cuatro personas:

Cuatro lomos de rodaballo desespinado y con su piel.

Cuatro patatas medianas.

Una cucharada de perejil picado.

Sal.

Dos cucharadas de aceite de oliva.

Un vasito de vino blanco seco.

Elaboración:

Salar los lomos de rodaballo desespinados y limpios. Reservar.

Pelar las patatas, cortarlas en rodajas finas y colocarlas en la fuente donde ser horneará el rodaballo, previamente rociada con aceite de oliva. No colocar el aceite sobre las patatas, y salarlas levemente antes de introducirlas al horno, a 180 grados. Dejar hornear durante unos quince minutos, hasta que empiecen a dorarse.

Introducir el rodaballo y rociar el perejil sobre el pescado. Verter el aceite de oliva sobre los lomos de pescado, así como el vino blanco. Introducir en el horno, a 180 grados, y dejar asar durante veinte minutos. Vigilar el tiempo de horneado para evitar que se seque.

Servir acompañado por las rodajas de patata.

Truco: El rodaballo es tan sabroso que no será preciso más condimento en su horneado para que resulte perfecto, pero si se desea un plus de sabor, se puede añadir un ajo machacado y el zumo de medio limón al vino blanco, antes de rociarlo sobre el rodaballo y asar. El resultado es igualmente magnífico.