La receta tradicional de lasaña admite todo tipo de variaciones, siempre que se tenga cuidado a la hora de elegir los ingredientes, sus sabores se complementen o contrasten hasta conseguir un delicioso resultado, y, sobre todo, se cocine con cariño y ganas. En esta ocasión, presentamos una lasaña rellena de boletus y morcilla de arroz, receta que, pese a sus nombre e ingredientes, resulta fácil de preparar si seguimos los pasos indicados. El sabor intenso de los boletus, aromatizado con puerros y cebolla, y combinado con la morcilla, dan como resutado un plato principal que no dejará a nadie indiferente. Mundochef invita, hoy, a preparar y probar esta suculenta y natural receta sencilla, rica y muy sugerente por la combinación de buenos sabores.
Ingredientes, para cuatro personas
Doce placas de lasaña. Podemos utilizar lasaña fresca, seca o preocinada, a gusto del cocinero.
200 gramos de boletus deshidratados. Si se dispone de boletus frescos, medio kilo.
Una cebolla roja.
Un puerro.
Dos morcillas de arroz. Si se desea un sabor más contundente, se puede utilizar morcilla de Burgos o similar, condimentada con otro tipo de especias.
Para la Salsa Bechamel: una nuez de mantequilla, dos cucharadas de harina, un vaso de leche y una pizca de nuez moscada rallada.
Sal y pimienta.
Aceite de oliva virgen.
Queso enmental para gratinar.
Elaboración:
Si los boletus son deshidratados, poner a remojo la cantidad indicada de estos hongos en agua templada durante veinte minutos. Escurrir bien y saltear en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva. Si son frescos, limpiarlos, trocearlos y saltearlos en un poco de aceite de oliva. Separar cuatro cucharadas de setas salteadas para la guarnición.
Añadir la morcilla desmigada sin su piel y saltear junto con los boletus.
Aparte, trocear la cebolla y el puerro muy finos. Sofreír durante unos minutos, hasta que estén transparentes y comiencen a dorar, y añadir al sofrito anterior de morcilla y boletus.
En un caso aparte, preparar la Salsa Bechamel, de acuerdo con las indicaciones de Mundochef, en su sección de salsas.
Preparar las placas de lasaña de acuerdo con las indicaciones del fabricante y según su tipo: Si es fresca, seca o preocinada tendrán diferentes tiempos de cocción o remojo. Escurrir las placas y separar sobre un paño de cocina.
Precalentar el horno a 180 grados.
Mientras tanto, y en un recipiente o placa de hornear engrasado en su base con un poco de aceite o mantequilla, colocar alternativamente las placas de lasaña y el relleno ya preparado, hasta tapar con una placa de pasta.
Napar con salsa bechamel y cubrir con queso enmental rallado, para colocar en el horno hasta que la lasaña quede dorada.
Servir con una guarnición de setas, que habremos apartado antes de añadir todos los ingredientes al sofrito.
Truco:
Se puede conseguir un plus de sabor si al salteado de setas y morcilla añadimos un ajo picado y algo de perejil troceado muy fino. Con todo, la mezcla de sabores que proporcionan las setas, el puerro, la cebolla y la morcilla es magnífica y sutil. Para no hacer un plato demasiado pesado, resulta conveniente no cubrirlo con demasiada salsa bechamel: la justa para gratinar y darle suavidad al resultado.