Un humilde plato de empanadillas puede convertirse en un auténtico manjar si éstas están bien hechas, crujientes, y sabrosas en su relleno, y si las cocinamos con cariño, al estilo de la cocina de siempre y más auténtica. Se trata de una receta fácil, rápida de elaborar y muy económica, porque cunde mucho y admite todo tipo de rellenos. Son clásicas las de atún y tomate, en forma de media luna, o las de carne estofada y desmenuzada. En esta ocasión, proponemos unas empanadillas de masa clásica, con un relleno muy sano, a base de espinacas salteadas, atún en escabeche y huevo duro. Un entrante o aperitivo rápido, clásico y que no falla, para todos los paladares.
Ingredientes, para una docena de empanadillas:
Doce obleas de empanadilla, cuya masa puede comprarse precocinada en el supermercado, específica para este tipo de recetas, o ser elaborada de forma casera, a base de agua y aceite en la misma proporción (un vaso, por ejemplo), la harina de fuerza que admita ese líquido mezclado, y una pizca de sal, todo ello bien amasado a mano o en robot de cocina.
Una lata de atún en escabeche de unos 150 gramos.
Dos huevos duros.
Una taza de espinacas salteadas, elaboradas de acuerdo con la receta de Mundochef. Elaborada a base de espinacas frescas y ajo picado con aceite de oliva.
Una taza de aceite de oliva.
Elaboración:
Preparar las espinacas naturales salteadas con aceite y un poquito de ajo, de acuerdo con la receta de Mundochef.
Mezclar una taza de espinacas con el atún en escabeche, escurrido, de una lata.
Cocer dos huevos durante 10 minutos, desde que hierva el agua. Pelar los huevos duros y picarlos en trocitos pequeños. Añadirlos a la mezcla de espinacas y atún.
Reservar el relleno para las empanadillas.
Extender la masa de empanadillas sobre un paño húmedo o sobre papel vegetal.
Colocar una cucharada del relleno en el centro de cada empanadilla, y tapar cada una de ellas con otra porción de masa redonda. Mojar con un poquito de agua los extremos, y doblarlos sobre sí mismos, para que quede una empanadilla redonda con los bordes hacia adentro.
Calentar aceite de oliva en una sartén o cacillo hondo. Cuando el aceite esté bien caliente, pero no humeante, ir introduciendo las empanadillas con cuidado, de una en una. Quedarán fritas en menos de un minuto. Cuando estén doradas, retirar y colocar en un plato con papel absorbente, para que queden secas y nada grasas.
Servir con ensalada o con guarnición de hoja verde, como espinacas aliñadas con una salsa vinagreta de mostaza a la antigua.
Truco:
Si no se desea utilizar aceite, también es posible cocinar las empanadillas en el horno, hasta que estén doradas. Sólo tendremos que pincelarlas o untarlas, antes de introducirlas en una bandeja en el horno, con huevo batido, para que queden doradas e igualmente crujientes.