El repollo se puede comer crudo, finamente rallado, en la tradicional ensalada americana, o hervido. Resulta una verdura muy sabrosa, nutricionalmente muy saludable, debido a su riqueza en potasio. Cocida con un chorrito de aceite de oliva virgen está deliciosa, y además es dietética. Pero si se prefiere algo más sabroso y contundente, con un buen sofrito de beicon ahumado resulta sencillamente irresistible. Se trata de una receta fácil, barata y muy apropiada como entrante.
Ingredientes, para cuatro personas:
Un repollo mediano cuyas hojas estén bien juntitas, y cuyo corazón esté blanco pero duro.
Dos dientes de ajo.
Doscientos gramos de beicon o panceta ahumada cortado en taquitos.
Aceite de oliva, cuatro cucharadas.
Sal y pimienta al gusto.
Elaboración:
Cortar y lavar el repollo en tiras. Escurrir.
Poner una cazuela honda con abundante agua a hervir. Añadir la sal.
Cocer hasta que esté tierno. Si se dispone de vaporera o cazuela adecuada para cocer al vapor, se puede cocer al vapor, o en olla rápida, según instrucciones.
Escurrir y reservar.
En un wok, o en una sartén o cazuela plana, calentar aceite de oliva y añadir un ajo laminado, así como el beicon, que se dorará en menos de un minuto. Prestar atención para que el fuego no esté demasiado algo, y estos ingredientes no se pasen de cocción.
Añadir el repollo y rehogar hasta que quede completamente seco. Si se desea que el rehogado confiera al plato el color y sabor dorado, avivar el fuego y mantener la cocción el tiempo necesario, sin llegar a quemarlo.
Servir caliente, como entrante o acompañamiento de un buen filete a la plancha.
Truco:
Si se desea sofisticar el plato, se le puede añadir un buen chorro de vino blanco en el momento del sofrito, una vez evaporado el alcoho, dará más carácter a la receta. Y a disfrutarla!