Calabacines, cebollas, pimientos, zanahorias, patatas y tomates... Esos seis ingredientes han llenado durante generaciones los platos de muchas familias, y lo seguirán haciendo, en todas las combinaciones posibles. Proponemos en esta ocasión una fritada de verduras de la huerta al estilo aragonés, un plato sano y nutritivo, que nació de los fogones tradicionales pegados al huerto, y que admite múltiples variaciones. Sencillísimo de cocinar, sólo tiene dos secretos: ingredientes de calidad y paciencia, para ser cocinado a fuego lento.
Ingredientes para cuatro personas:
Un calabacín grande o dos pequeños.
Dos patatas medianas.
Una cebolla grande de Fuentes de Ebro.
Dos zanahorias.
Dos tomates muy maduros.
Un pimiento verde tipo italiano o de Almería.
Aceite de oliva del Bajo Aragón. Sal al gusto.
Elaboración:
Poner a calentar cuatro cucharadas de aceite de oliva en una sartén o cazuela plana. Los ingredientes se irá incorporando progresivamente, de acuerdo con el orden que ahora se detalla.
Añadir la zanahoria pelada y en rodajas o trocitos.
Lavar y cortar el pimiento en trozos equivalentes a las rodajas de zanahoria, añadir a la sartén.
Trocear la cebolla y añadir. Reducir la potencia del fuego al mínimo e incorporar.
Pelar y trocear la patata en "lascas", como las que se cortan para la tortilla de patata.
Trocear el calabacín, sin pelar y bien lavado, en pedazos similares. Incorporar a la sartén.
Dejar a fuego muy lento, dando vueltas de vez en cuando con mucho cuidado, para que los ingredientes se mantengan en trozos y no se chafen. Tapar.
Cuando las verduras estén bien fritas y comiencen a dorarse, incorporar el tomate pelado y cortado. Añadir la sal y media cucharadita de café de azúcar. Añadir aceite si la sartén se queda seca.
Emplatar y servir. Esta receta puede ser degustada fría o caliente. Es ideal como entrante, pero también para comer en el campo.
Truco: La fritada aragonesa de verduras puede comerse tal y como se ha descrito, o con huevo. Para ello, y una vez fritos los ingredientes, se añaden en la misma sartén tantos huevos como comensales. Pero han de añadirse enteros, para que el revuelto resulte más jugoso y vistoso, sin cocer demasiado. También puede comerse con trocitos de atún en escabecha, variación de la fritada igualmente popular.