Carnes, aves y caza
Pollo, espinacas y buen queso... estos son los ingredientes principales para cocinar unas sanísimas y nutritivas popietas. Se trata de una receta de lo más fácil y saludable, que consiste en rellenar filetes finos de pechuga de pollo con un buen salteado de espinacas naturales y un trocito de queso. Un plato completo, riquísimo y al alcance de todos, para quienes cocinen y para quienes lo prueben, porque el resultado es exquisito. Con un simple acompañamiento verde, esta receta de popietas de pollo rellenas de espinacas y queso supone un éxito seguro y es muy práctica, porque puede comerse caliente, recién hecha, o fría, en rodajas y sobre una ensalada o unas rodajas de tomate.
Ingredientes, para cuatro personas:
Cuatro filetes de pechuga de pollo bien extendidos. La receta puede realizarse 
también con filetes de pechuga de pavo.
Medio kilo de espinacas frescas, bien limpias.
Media cebolla.
Dos lonchas de beicon ahumado o panceta.
Un diente de ajo.
Cuatro trozos de queso al gusto. Es recomendable utilizar queso de cabra, por el especial sabor que proporciona al plato.
Sal, pimienta y aceite de oliva.
Elaboración:
Picar la cebolla muy fina y saltearla en una sartén honda con aceite de oliva. Pasados cinco minutos, añadir el ajo picado, una pizca de sal y el beicon o panceta ahumada troceado muy fino. Saltear otros cinco minutos y añadir las espinacas limpias y troceadas. Subir la intensidad del fuego y saltear, hasta que las espinacas estén pochadas. Si se desea, se puede añadir unas espinacas previamente salteadas, de acuerdo con la receta de Mundochef, a las que simplemente habrá que añadir el beicon o panceta y mezclar. Reservar.
Aparte, extender las pechugas de pollo y salpimentar. Colocar sobre cada una de ellas dos cucharadas soperas de espinacas salteadas. En el extremo de cada pechuga, colocar el trozo de queso y enrollar, hasta 
que queden en forma de cilindro.
Atar las pechugas con hilo de cocinar. Si se desea, se pueden sujetar con un simple palillo.
Calentar una cucharada de aceite en una sartén y dorar las popietas. Retirar, una vez marcadas, y colocarlas sobre una placa de hornear.
Introducir en el horno, precalentado previamente a 200 grados, y terminar la cocción del pollo durante quince minutos, el tiempo justo para que la carne no resulte cruda y esté jugosa.
Retirar y servir a rodajas gruesas, de tal manera que, al cortar las popietas, el efecto dejará ver un espiral de espinacas y pollo.
Servir con su propio jugo y el acompañamiento que se desee.
Truco:
Las popietas de pollo admiten tantos rellenos como lo requiera ese tipo de carne o la imaginación del cocinero. También están muy ricas rellenas de beicon y queso, paté y queso o todo tipo de vegetales. Pueden servirse calientes o frías, como acompañamiento para una ensalada, y cunden mucho, por lo que cada pechuga dará para varias rodajas jugosas y coloridas. Es importante no abusar del tiempo de horno, para que resulten jugosas.
