¡Vamos a alegrar una mesa de celebración con un asado distinto, pero muy tradicional en sus ingredientes! Y, eso sí, no dejará indiferente a ninguno de los comensales porque está más que rico. Proponemos para ello un humilde solomillo de cerdo relleno de champiñones y panceta, asado, y acompañado por "caviar" de puré de patatas casero. Una receta fácil y económica, que nos ayudará a poner sobre la mesa un plato sofisticado. Garantizamos que gustará a todo el mundo.
Ingredientes, para cuatro personas:
Dos solomillos de cerdo abiertos y extendidos. Se pueden pedir así en la carnicería, aunque se pueden abrir en la cocina de casa con un cuchillo bien afilado y un poco de paciencia.
Medio kilo de champiñones.
Cien gramos de panceta curada.
Cien gramos de beicon ahumado.
Dos dientes de ajo.
Una ramita de perejil.
Un vaso de vino blanco seco.
Cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta.
Medio kilo de patatas de buena calidad.
Elaboración:
Extender los solomillos, si no nos los han abierto en la carnicería o el súper. Para ello, realizar un corte longitudinal podo profundo en un lateral de la pieza de carne e ir "rebanándola", poco a poco, en el mismo sentido, hasta tener toda la pieza de carne abierta en sábana.
Limpiar los champiñones y laminarlos. Saltearlos en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva.
Aparte, saltear ligeramente las tiras de beicon ahumado y de panceta.
Salpimentar el solomillo y extender sobre él los champiñones. A continuación, colocar sobre ellos las tiras de beicon y panceta.
Cerrar y enrollar el solomillo sobre sí mismo. Atar con un cordel de cocina.
En una placa de hornear, colocar los solomillos sobre una leve lámina de aceite, acompañados por algunos champiñones, sobre los que colocaremos un poco de sal y un picadillo de ajo y perejil, con aceite.
Verter en el fondo de la placa de hornear medio vasito de vino blanco seco.
Rociar todo con un poquito de aceite, e introducir en el horno a 180 grados. Asar durante veinte minutos.
Aparte, hervir las patatas peladas y troceadas en agua salada. Escurrir y triturar con el pasapurés, de tal manera que el puré vaya cayendo en un cuenco y no se chafe, porque quedará en pequeñas bolitas, como "caviar" blanco. El resultado es muy vistoso.
Servir el solomillo loncheado, acompañado por sus champiñones y el caviar de patata, que mezclaremos, al comenzar a comer, con el propio jugo de la carne.
Truco:
Para que el puré resulte cremoso, y mantenga la apariencia de "bolitas", no utilizar cuchara alguna en el recipiente donde se tenga que servir, en el que se colocará directamente la patata desde el pasapurés. Los agujeritos del utensilio se encargarán de dar la forma precisa. Luego, a la hora de mezclar con la carne, se deshará el efecto. La apariencia es muy bonita y efectista