Un grupo de trabajo del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha elaborado una serie de propuestas para manterner hábitos alimentarios saludables y actividad física "también cuando es necesario perder peso". Ese grupo de trabajo está integrado por la Organización Médica Colegial, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición y la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Obesidad. A tenor de este trabajo, el sobrepeso y la obesidad son situaciones que se generan después de un tiempo de mantener una alimentación inadecuada y de abandonar la práctica habitual de actividad física. Por ello, señalan, no es recomendable realizar una dieta sólo durante un periodo corto de tiempo y luego volver a la alimentación habitual, sino que debemos modificar nuestros hábitos alimentarios y mantenerlos de por vida. Los consejos para mantener esos hábitos alimentarios saludables son:
Componer las comidas con la mayor variedad posible de alimentos, como garantía de que la alimentación será equilibrada y contendrá todos los nutrientes necesarios.
Desayunar todos los días y de la forma más completa posible, con lácteos, pan, cereales y frutas, con el tiempo necesario.
La base de la alimentación debe estar formada por cereales, especialmente integrales, patatas y legumbres, con un tercio de la ingesta total diaria.
Las grasas no deben superar el 30% de las comidas diarias, y es preciso limitar o reducir las grasas de origen animal.
Las proteínas deben aportar entre el 10 y el 15% de las calorías totales, de origen animal y vegetal.
Es preciso aumentar el consumo diario de frutas, verduras y hortalizas hasta alcanzar, al menos, 400 gramos al día: cinco raciones como mínimo.
Limitar el consumo de productos ricos en azúcares como golosinas, dulces o refrescos.
Evitar el picoteo entre comidas.
Reducir la sal en las comidas y utilizar preferiblemente sal yodada.
Beber agua en abundancia.
Hacer, al menos, media hora de ejercicio o actividad física diaria de intensidad moderada.
Caminar como medio de desplazamiento, siempre que sea posible.