"Si habéis de conservar la salud no debéis comer a menos que así os apetezca, y siempre cenaréis con parquedad; masticad bien, y que todo lo que comáis sea sencillo y esté bien cocinado". El autor de esta recomendación escrita en el siglo XV es nada menos que Leonardo da Vinci, uno de los genios más polifacéticos de la historia de la humanidad, pintor, escultor, arquitecto, humanista y cocinero, que lo fue como maestro de banquetes en la corte de Ludovico el Moro.
Paralelamente a estos trabajos, el gran maestro italiano, heredero de todas las aspiraciones artísticas del Quatroccento, aportó conclusiones geniales y divertidas. Ideó una máquina de cortar berros, que luego se convirtió en un arma de guerra que utilizaron contra el ataque francés a su localidad. Y realizó una intensa labor de investigación sobre anatomía, entre otros trabajos.
Así, existe una compilación sobre las "notas de cocina" de Leonardo da Vinci de Shelang y Jonathan Routh donde aparecen algunos de los escritos de la colección "Codex Atlanticus". En ella, el sabio italiano habla "De las ventajas de una dieta moderada", y apunta:
"En otra ocasión he escrito que si habéis de conservar la salud no debéis comer a menos que así os apetezca, y siempre cenaréis con parquedad; masticad bien, y que todo lo que comáis sea sencillo y esté bien cocinado... Sed moderados con el vino, tomadlo en pequeñas cantidades con frecuencia, pero no a otras horas que no sean las prescritas para las comidas, ni con el estómago vacío; no prologuéis ni demoréis vuestras visitas al retrete".
Como en muchas cosas, Leonardo fue un gran precursor, también de la buena mesa y de la dieta sana y equilibrada. El tratado "Notas de cocina" de Leonardo da Vinci descubre al lector esta faceta insólita del más grande de los genios de la historia de la humanidad, en una interesante publicación que incluye las recetas, a veces sorprendentes y a veces sencillas, de este genio.