250 gramos de harina repostera.
150 gramos de azúcar. Opcional, se puede cambiar 50 gramos de azúcar por una cucharada de miel.
40 gr de almendra molida.
100 gramos de almendras crudas.
Cocina antigua y tradicional
Los carquiñoles o "carquiñolis" son un dulce típico catalán que resalta en su calidad mediterránea por contener almendras como uno de sus ingredientes fundamentales. Son unas pastas secas y dulces con frutos secos, un postre deseado después de una buena calçotada con romesco, o bien el complemento ideal para tomar con un café con leche o una infusión caliente, a media tarde. Los carquiñoles forman parte de la cocina más tradicional, y, como buena receta de siempre, casera y sana, son fáciles de hacer y pueden ayudar a pasar un ratito divertido en la cocina, sobre todo si nos ayudan los niños a practicar sus primeras experiencias con la harina, el huevo y las almendras.
Ingredientes:
Una pizca de canela.
Una ralladura de limón.
Tres huevos.
Una cucharada soperas de aceite de oliva.
Elaboración:
Poner a remojo las almendras crudas con agua templada, para que, poco a poco, se desprenda la piel del fruto.
Aparte, en un recipiente, amasar la mezcla de harina, almendra molida, azúcar o miel, aceite, ralladura de limón, canela y levadura. Añadir los líquidos (miel y aceite) sólo cuando la anterior mezcla esté bien hecha, y luego ir incorporando poco a poco dos de los tres huevos, bien batidos previamente.
Amasar a mano hasta que resulte una mezcla homogénea, suave y consistente, durante unos diez minutos. dejar reposar otros diez minutos e incorporar las almendras enteras previamente remojadas. Formar cilindros y envolver éstos en papel film. Introducirlos en la nevera durante un mínimo de 30 o 40 minutos.
Retirar el papel film y pintar con huevo batido. Colocar los cilindros en la placa del horno, previamente precalentado a 180 grados, durante 30 minutos. Retirar y cortar en rodajas de un centímetro de grosor, en transversal. Los carquiñoles se irán endureciendo y adquirirán su famosa consistencia dura y crujiente conforme se vayan enfriando.
Truco: Si se desea, se puede sustituir la ralladura de limón por la de piel de naranja, lo que conferirá a esta pasta un idéntico aroma mediterráneo y afrutado. Lo ideal es servirlos con un poco de vino dulce. Con la misma masa, pero sustituyendo las almendras por piñones, pueden hornearse unas ricas rosquillas.
